Y costó aceptar que no podría llegar a lo más alto. Costó, duele, pero lo asumí. Prefiero pensar que los sueños quedarán postergados hasta alguna ocasión.
También reconozco que éste cambio era necesario, que para ser el mejor hay que medirse con los mejores. Soy consciente que debo empezar de cero y que mis aspiraciones deportivas ya no existen, prefiero tomar ésta experiencia como un "retiro activo" entrenando, competiendo de a poco en un circuito local diferente, pero exigente.
Soy un guerrero y sé por demás que las experiencias son desafíos por emprender grandes éxitos. Lamentablemente no puedo manejar lo que las personas piensen de mi, pero si puedo trabajar en tratar de ser cada día la mejor persona que pueda.
A iniciar de nuevo, con los dientes apretados y los sueños postergados !