lunes, 4 de marzo de 2024


 

Es muy bien sabido, la realidad que nuestro planeta vive con los impactos del cambio climático asociados a los incrementos de temperatura de los últimos tiempos a nivel global. No por nada 2023 fue el año de mayor incremento de temperatura en la era de nuestra civilización. No hay dudas, “el año 2023 se ha inscrito en los anales de la historia climática como el más cálido registrado en los últimos 174 años”, titulaba una publicación de la revista Natgeo en febrero de 2024, anticipando que el actual año, puede ser peor. En este sentido, sin lugar a dudas, el informe de la IPCC es contundente:

“Los aumentos observados en las concentraciones de GEI bien mezclados desde aproximadamente 1750 son causados inequívocamente por las emisiones de GEI procedentes de actividades humanas durante este período. Las emisiones netas históricas acumuladas de CO 2 entre 1850 y 2019 fueron de 2400 ± 240 GtCO 2 , de las cuales más de la mitad (58 %) se produjeron entre 1850 y 1989, y alrededor del 42 % se produjeron entre 1990 y 2019. En 2019, las concentraciones de CO 2 atmosférico (410 partes por millón), junto con las concentraciones de metano (1866 partes por mil millones) y óxido nitroso (332 partes por mil millones) fueron más alto que en cualquier otro momento”

Sin embargo, me parece interesante destacar lo que señala Amnistía Internacional: “El verdadero cambio es posible. Ha habido avances considerables en las energías renovables que pueden reducir enormemente la dependencia global de los combustibles fósiles. Reconocer que la mejora de la eficiencia energética y el desarrollo del transporte público son fundamentales nos conducirá a una trayectoria más sostenible. El potencial de inversión está disponible para construir sistemas energéticos enteros basados íntegramente en energías renovables a más tardar en 2050”.

Ojo, lo que Chiara Liguori afirma no son frases al azar, ya que pensar a largo plazo la planificación es importante para contener el desastre causado ahora. Acá es donde debemos pensar que la gestión de los territorios, es importante porque cualquier cambio viene dado desde el orden del equilibrio dinámico de los distintos espacios. En referencia a la asesora del cambio climático de Amnistía Internacional, también agrega: “El verdadero cambio es posible. Ha habido avances considerables en las energías renovables que pueden reducir enormemente la dependencia global de los combustibles fósiles.”

Sin embargo, son necesarias algunas aclaraciones respecto a los alegres optimismos en los que se esperanza la humanidad esperando una solución mesiánica por parte de la tecnología. ¿A qué potencial de inversión se hace referencia, cuando se señala los sistemas energéticos? Es evidente que la situación climática hace cuña en una progresiva crisis energética, vinculada a lo los marcos productivos en un mercado que se torna difícil de acceder, gentrificando las posibilidades y las externalidades hacia el marco social.

Ahora bien, en Estados Unidos, la Cámara de Representantes aprobó la ley Build Back Better Act (BBBA). La BBBA, junto con la firma de la Ley de Inversión en Infraestructuras y Empleos (IIJA), ofreciendo una oportunidad única en una generación para avanzar en la captura, eliminación, uso y almacenamiento de carbono, que los principales modeladores energéticos y científicos del clima del mundo coinciden en que son necesarios para cumplir los objetivos de descarbonización de mediados de siglo. ¿De qué manera se pretende hacer esto? Bueno básicamente ofreciendo un incentivo fiscal en Estados Unidos que proporciona un crédito tributario a las instalaciones que capturan y almacenan dióxido de carbono (CO2), llamado crédito de carbono 45Q . La idea es ir ayudando a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero invirtiendo en el "bono ORGN" el cual no es comúnmente reconocido en el contexto de los mercados de carbono. Sin embargo, en general, un bono es un instrumento financiero para la gestión de deuda, y en algunos contextos, se puede referir a unidades certificadas de resultados de mitigación, aunque el término correcto sería “crédito de carbono”. El cálculo del crédito de carbono 45Q se basa en la cantidad de dióxido de carbono (CO2) que se captura y almacena o se utiliza de manera beneficiosa. La tasa del crédito varía según si el CO2 se utiliza en procesos de mejora de la recuperación de petróleo y gas, o si se almacena de forma segura en formaciones geológicas adecuadas.

Es la solución soñada, grandes empresas comprometidas a bajar las emisiones de sus producciones, ojo, no es un compromiso a cambiar los sistemas productivos sino a ponerle una curita a lo que se está haciendo mal. Evidentemente las empresas no van a ceder terreno para perder inversiones, es más fácil comprar grandes extensiones en hectáreas de bosques o construir plantas de retención de carbono. Sin embargo, no todo lo que brilla es oro, a veces es opaco como el CO2. Veamos: ¿se acuerdan lo que decía Liguori sobre armar los sistemas energéticos con energías renovables para el 2050? Bueno, se necesitan 7.000 millones de toneladas anuales de captura de carbono para llegar al cero neto en 2050. ¿CÓMO LOGRAMOS ESO? En la Conferencia sobre Captura, Utilización y Almacenamiento de Carbono de Wood Mackenzie en Houston, en octubre de 2023, Mhairidh Evans, jefe de investigación CCUS de Wood Mackenzie, dijo hay que actuar con urgencia para cumplir con los 7.000 millones de toneladas de captura de carbono (7 Btpa) necesarios para alcanzar los objetivos de cero neto en 2050. “La eficiencia energética, las energías renovables y los combustibles alternativos no bastarán para alcanzar el objetivo de cero emisiones en 2050”, afirmó Evans. “Necesitamos capturar una enorme cantidad de carbono de nuestras industrias y del sector eléctrico para descarbonizar los últimos kilómetros que no pueden alcanzarse fácilmente mediante la electrificación verde o las alternativas”.

Existe un apoyo sustancial a los emisores para que descarbonicen con el crédito fiscal 45Q de la Ley de Reducción de la Inflación estadounidense, y a las empresas para que construyan la cadena de valor de las infraestructuras de transporte y almacenamiento de CO2 con la Ley de Inversión en Infraestructuras y Empleo. Estados Unidos también cuenta con vastos recursos geológicos de almacenamiento de carbono que pueden ser explotados por empresas con conocimientos previos sobre petróleo y gas.

Pero, Evans añadió: Los costes también son un problema, ya que el crédito fiscal 45Q no es suficiente para cubrir el coste de la captura de carbono de todos los proyectos, aunque debería cubrir muchos. Esperamos que los costes bajen, potencialmente hasta un 30% esta década. Sin embargo, dado que el crédito fiscal 45Q está abierto a proyectos que empiecen a construirse a partir de 2033, las empresas podrían decidir esperar a que bajen los costes antes de comprometerse. Esto supondría un retraso en el impacto de los proyectos, y el cambio climático no espera”.

En este punto, Luca Ferrari en el libro Navegando el Colapso, hace una referencia sustancial sobre la inviabilidad de las soluciones tecnológicas de emisiones negativas:

“Un estudio de 2021 lo desestima, no hace mención directamente, pero para compensar las emisiones globales de CO2 se necesitarían más de 30 000 plantas a gran escala, con un costo total de 15 milllones de millones de dólares. Para almacenar sólo un tercio del CO2 que se emite cada año se necesitarían cuatro millones de toneladas de hidróxido de potasio —1.5 veces más que el suministro mundial— y la energía necesaria para su funcionamiento llegaría a ser una sexta parte de toda la energía global”.

Y acá está la clave: Cuando aplicamos una tecnología en una parte del medio ambiente, es muy probable que tenga un impacto en otra parte del sistema no prevista, porque todo está interconectado.

En este sentido Alice Friedemann, cuestiona los artilugios de captura de carbono y los desacredita como absurdos. Se afirma en Bryce (2022) cuando señala que solo en Estados Unidos, emite más de 5,4 mil millones de toneladas de CO2 al año. Si capturáramos solo la mitad, 3 mil millones de toneladas, se necesitarían ubicaciones subterráneas que podrían tragar 8,2 millones de toneladas cada día. Y se necesitaría energía adicional para comprimirlo a 1.000 libras por pulgada cuadrada para meterlo en el almacenamiento. Como señalan Sekera y Lichtenberger (2020): Para capturar 1 GtCO 2  de las 37 GtCO 2 emitidas por año, un sistema DAC con solvente líquido impulsado por gas natural requeriría una superficie de terreno más de cinco veces el tamaño de la ciudad de Los Ángeles. Si la energía solar reemplaza la fuente de energía de combustibles fósiles, entonces la superficie terrestre requerida se expandirá dramáticamente, requiriendo una superficie terrestre 10 veces el tamaño del estado de Delaware, según estimaciones de las Academias Nacionales de Ciencias. Tampoco incluye el terreno necesario para el transporte, inyección y almacenamiento una vez capturado el CO 2 . O el vasto territorio necesario para que los oleoductos transporten el CO2 capturado hasta los lugares de inyección.

¿Y por casa como andamos? La Bolsa Argentina de Carbono (BACX) es una iniciativa que busca impulsar la acción climática en Argentina, ofreciendo un mercado para el comercio de créditos de carbono. Las empresas que se benefician de BACX son aquellas que participan en sectores clave como energía, commodities, aviación, residuos, agricultura y construcción. Estas empresas pueden ser tanto pymes como grandes compañías, y se benefician al obtener competitividad y sostenibilidad en el marco de las agendas globales. En una publicación de la revista Forbes,  por ejemplo, empresas del sector de alimentos, minería, energía, acero y derivados, que son altamente vulnerables a las exigencias de la acción climática, encuentran en BACX una herramienta clave para su desarrollo sostenible. Además, la BACX está respaldada por ACX y Green Carbon Exchange, lo que garantiza transparencia y seguridad en las transacciones de créditos de carbono.

No debemos olvidar que según un estudio de la Nasa, Argentina es uno de los pocos países que captura más carbono del que emite, por lo cual tiene un balance positivo respecto a la contaminación que genera, lo cual es muy importante para alcanzar la meta de no superar los 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales y hacer sostenible la vida en la Tierra. Argentina emitió en 2021 unas 189.002 megatoneladas de CO2, número que la ubica en el puesto 155 (de 184) del ranking de países que más emisiones generan.

Timoteo Marchini, en el libro Clima, es muy claro evidenciando el panorama que, justamente, estamos atravesando:

En la actualidad, después de haber emitido más de 1500 Gt de CO2, ya hemos superado las 420 ppm, un 50% más que por aquel entonces. A pesar de los intentos de hacer algo al respecto, todo indica que el CO2 se va a seguir acumulando, aproximadamente, a un ritmo de unas 2,5 ppm por año. La mitad del CO2 que emitimos es constantemente retirado de la atmósfera mediante la fotosíntesis y, por su capacidad de disolverse en agua, queda retenido nuevamente en el suelo, mares y océanos. Pero como extraemos, quemamos fósiles y emitimos CO2 muchísimo más rápido de lo que los ecosistemas pueden reabsorber de forma natural, hace ya mucho tiempo que este desbalance se ha salido de control”.


BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA


  1. National Geographic España. (2023, diciembre 2). 2023 fue el año más caluroso en décadas. Y 2024 podría ser peor. National Geographic. https://www.nationalgeographic.com.es/medio-ambiente/2023-fue-ano-mas-caluroso-decadas-2024-podria-ser-peor_21360 
  2. Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). (2023). Resumen para responsables de políticas. Sexto Informe de Evaluación. https://www.ipcc.ch/report/ar6/syr/summary-for-policymakers/
  3. Amnistía Internacional. (2023, marzo 3). El informe del IPCC que advierte que el calentamiento global superará el límite de 1,5 °C obliga a acelerar la eliminación gradual de los combustibles fósiles. https://www.amnesty.org/es/latest/news/2023/03/ipcc-report-warning-that-global-warming-will-exceed-1-5c-limit-must-accelerate-the-phasing-out-of-fossil-fuels/
  4.  Hunt, K. (2021, 8 diciembre). La Ley «Reconstruir mejor» ofrece una oportunidad única para avanzar en la captura de carbono. Clean Air Task Force. https://www.catf.us/es/2021/11/bbba-carbon-capture/#:~:text=Air%20Task%20Force-,Build%20Back%20Better%20Act%20offers%20a%20once%2Din%2Da%2D,opportunity%20to%20advance%20carbon%20capture&text=On%20Friday%2C%20November%2019th%2C%20after,Back%20Better%20Act%20(BBBA).
  5. Roca, J. A. (2023, 16 octubre). Se necesitan 7.000 millones de toneladas anuales de captura de carbono para llegar al cero neto en 2050. El Periódico de la Energía. https://elperiodicodelaenergia.com/se-necesitan-7-000-millones-de-toneladas-anuales-de-captura-de-carbono-para-llegar-al-cero-neto-en-2050/
  6. Ferrari, L., Torres Cruzaley, M. A., Llano Vázquez Prada, M., Olivera, B., Campero Arena, C., Ribeiro, S., Tornel, C., Masera, O., Montaño, P., Esteva, G., Barkin, D., Villa, V., Juárez, W., Botero, P., Salazar Ramírez, H., González Gómez, E., Torres-Mazuera, G., Rivera Núñez, T., Gutiérrez Luna, D. I., Arellanes, J., Grupo de Estudios Transdisciplinarios en Energía y Crisis Civilizatoria (GETECC), Orozco, J. M., Kothari, A., & Bajpai, S. (2023). Navegar el colapso: Una guía para enfrentar la crisis civilizatoria y las falsas soluciones al cambio climático. Traficantes de Sueños.
  7. Energyskeptic. (s. f.). Why carbon capture contraptions are absurd | Peak Everything, Overshoot, & Collapse. https://energyskeptic.com/2021/carbon-capture-and-storage/
  8. Digital, F. (2022, 13 julio). Cu�les son las 20 empresas argentinas premiadas por su impacto social y ambiental. Forbes Argentina. https://www.forbesargentina.com/negocios/cuales-son-20-empresas-argentinas-premiadas-su-impacto-social-ambiental-n18757
  9. Byrne, B., Baker, D. F., Basu, S., Bertolacci, M., Bowman, K. W., Carroll, D., Chatterjee, A., Chevallier, F., Ciais, P., Cressie, N., Crisp, D., Crowell, S., Deng, F., Deng, Z., Deutscher, N. M., Dubey, M. K., Feng, S., García, O., Griffith, D., . . . Zeng, N. (2023). National CO2 budgets (2015–2020) inferred from atmospheric CO2 observations in support of the global stocktake. Earth System Science Data, 15(2), 963-1004. https://doi.org/10.5194/essd-15-963-2023
  10. El Gato y La Caja. (2022, 20 septiembre). El efecto invernadero | El Gato y La Caja. El Gato y la Caja | Ciencia + Diseño. https://elgatoylacaja.com/clima/el-efecto-invernadero

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