domingo, 10 de marzo de 2024



Los grandes objetivos de mejoras en los rendimientos sobre la aplicación de nuevas formas de producción de energía, son así como las vagas promesas de tu ex, un incierto futuro que no se sustenta ni siquiera en el aire, por la falta de sustentabilidad que evoca su propaganda sostenible.

Antes de continuar es imponderable explicar que vivimos en un ecosistema muy grande, y ese, es nuestro planeta. Bien, dentro de ese gran sistema ecológico, existe una parte llamada Biosfera, que en una definición rápida es el lugar donde se desarrolla la vida, donde una multiplicidad de elementos interactúan entre sí, se interrelacionan mediante miles de procesos sinérgicos y existen miles de millones de personas que requieren satisfacer necesidades infinitas. Ahora bien, entender esto es muy importante y es la clave para evitar el colapso de nuestra civilización, algo que hasta ahora no se ha logrado comprender, y es que cada acción que generamos tiene un impacto en el entorno donde desarrollamos nuestra vida. En definitiva, si modificamos un elemento de algún sistema vivo, inexorablemente tendrá un impacto o cambio en el funcionamiento del sistema.

Ahora bien, el suelo es un sistema, dinámico, complejo y vivo, no es simplemente una fracción mineral, es el resultado de millones de microorganismos interactuando, entonces “la pérdida y deterioro de los hábitats por el cambio de uso del suelo es la principal causa de pérdida de biodiversidad y, además, coadyuda a la generación de gases de efecto invernadero” (Fazio H., 2018). En Argentina, este efecto se da principalmente en el uso de una agricultura industrial mecanizada, con la aplicación de grandes cantidades de herbicidas y fertilizantes, resultando en grandes pérdidas de biodiversidad, paisajes con pobre vida desarrollada, produciendo erosión y acidificación en los suelos, entre un largo etcétera de impactos. En el caso de industrias extractivas como la explotación de combustibles fósiles o la minería, las consecuencias resultan de manera exponencial en los impactos generados. En este sentido, sino se generan los estudios de impacto ambiental interdisciplinarios con tiempo, esta moda de la geotermia puede resultar en una catástrofe ambiental semejante a la desertificación de los monocultivos o inclusive más grande aún.


Veamos, el Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR) presenta a la geotermia como “El estudio de reservorios de fluidos sobrecalentados en profundidad, ya sea por gradientes geotérmicos anómalos, por la presencia de magmas activos, remanentes de calor volcánico o intrusivos profundos con calor radiogénico […] La captación de estos fluidos profundos, donde el calor contenido y el estado de vapor tienen la capacidad de rotar turbinas de generación eléctrica, ha posicionado a la energía geotérmica como una energía renovable cada vez más influyente. La geotermia es un recurso autóctono, es decir que no depende de factores climáticos como vientos, insolación, regímenes de precipitaciones, etc. Tiene emisiones mínimas o nulas de dióxido de carbono y otros gases y no genera desechos contaminantes o radioactivos”. Fuertes afirmaciones.

Sin embargo, en un informe de la misma entidad en el año 2021, evidencia cierta cautela: "la geotermia permitirá mejorar la seguridad de suministro eléctrico en la región […] así como limitar la emisión de gases de efecto invernadero, la descarbonización […] y contribuyendo a la reducción del coste de energía en la región, con el fin de lograr un desarrollo más sostenible e inclusivo que mejore las vidas de todos. Sin embargo, los sistemas eléctricos y el marco legal aún no están plenamente capacitados para este reto, que requiere de planes estratégicos, metodologías y tecnologías avanzadas para gestionar la inestabilidad que introducen algunas fuentes renovables intermitentes y asegurar suministro eléctrico de carga base confiable, incluso en condiciones adversas de falta de agua, sol o viento” Esto de soplar y hacer botellas no tiene desarrollo en este esquema. Imaginemos el impacto en los subsistemas económicos, sociales, productivos y comerciales, ni hablar de los cambios que pueden generarse en el ambiente, los hábitats, la biodiversidad y el desequilibrio de las demás esferas que interactúan entre sí.


En este sentido, Silvia Ribeiro aporta datos reveladores sobre el uso y aplicación de la geoingienería. Es muy clara, y advierte de la peligrosidad de esta iniciativa, ya que implica la manipulación climática, tratando de mitigar el caos del calentamiento global. Jugar a ser dioses en este ámbito “conlleva riesgos ambientales, sociales y geopolíticos, pero su mayor riesgo inmediato es que funciona como excusa para la inacción climática: se usa como coartada para continuar y aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero , con la promesa de que en el futuro habrá tecnologías que podrían retirarlos o reducir la temperatura” (Ribeiro S, 2021). Una promesa vacía…


Ribeiro justifica su crítica aduciendo que estas ideas:


-          son simplemente teóricas;


-          pocas se han desarrollado mínimamente en la práctica;


-          otras son prototipos;


-          muchas no han funcionado por diversas causas;


-          ninguna ha sido desarrollada a escala comercial ni a la gigantesca escala global que se requeriría para que tuvieran un efecto significativo sobre el calentamiento del planta.


¿Y por qué se alienta con este desarrollo si no se ha comprobado su rendimiento? De la misma manera que le creías a tu ex todas sus mentiras, porque las promesas vacías son un alimento para la esperanza desesperanzada de motivaciones y faltas de salidas a soluciones tangibles.  Un mercado listo para ser explotado, vendiendo esperanza tecnócrata para paliar la crisis climática que las mismas empresas generan, una venta de un bono de carbono a futuro con poca certeza de funcionamiento, es parte del engaño que existe en el concepto “emisiones netas cero”, que propone compensar emisiones en lugar de reducirlas.


Actualmente este tipo de tecnología de la geoingeniería, propone manipular ecosistemas, sin abordar ni cambiar las causas del cambio climático; sólo pretenden gestionar algunos de sus síntomas. Dice Ribeiro: “las técnicas propuestas plantean inyectar sulfatos u otros productos químicos en la estratosfera para bloquear la luz solar con el objetivo de atenuar la radiación que llega a la tierra; blanquear o abrillantar nubes marinas para que reflejen más luz solar hacia el espacio; desarrollar instalaciones para capturar dióxido de carbono de la atmósfera y luego enterrarlo en pozos de petróleo u otras formaciones geológicas terrestres y marinas; fertilizar el océano con hierro o urea para estimular el rápido crecimiento de plancton, con la esperanza de que absorba más dióxido de carbono y lo hunda en el fondo del océano, alterar la química del mar con rocas pulverizadas para hacerlo más alcalino; hacer megaplantaciones de árboles o cultivos transgénicos que supuestamente absorberán más carbono o reflejarán más luz solar”.


 La Secretaría de Energía reconoce que la geotermia en el mundo, tiene un pobre aporte a la matriz energética mundial y la información al respecto aún presenta problemas de medición. En la actualidad, las energías eólica, solar, biomasa, marítimas y geotérmicas en su conjunto representan solo el 2% del consumo de energía mundial. Y dentro del aporte renovable, la geotermia es responsable solamente del 0.54% de la capacidad instalada. En nuestra cordillera existen más de 300 puntos de interés geotérmico, distribuidos en las provincias de Salta, Tucumán, Catamarca, Jujuy, La Rioja, Mendoza, Neuquén y San Juan, pero solo en cuatro de ellos pueden generarse energía eléctrica, gracias a las altas temperaturas del subsuelo (superiores a los 150° C). Los proyectos de alta factibilidad de desarrollo son: Los Despoblados, en San Juan; Volcán Copahue, en Neuquén; Volcán Tuzgle, en Jujuy, y Falla Tocomar, en Salta.





La transición de la energía no puede basarse en mentiras imprudentes, vendiendo este tipo de tecnologías como energías limpias, ya que no lo son. Modificar los ambientes terrestres puede ser más grave para el calentamiento global, emitiendo muchos más gases a la atmosfera. Al menos podríamos cuidar la soberanía de nuestro mar y alentar con un estudio serio la compensación de emisiones de gases de efecto invernadero, teniendo presente que el fitoplancton que vive cerca de la superficie del océano extrae carbono de la atmósfera y lo transporta a las profundidades marinas cuando muere, un proceso que se ve favorecido cuando las corrientes oceánicas profundas traen agua rica en nutrientes desde el fondo marino  (Adam, David 2020). Todas las fuentes de energía tienen limites claros y plantean problemas, siendo la naturaleza la respuesta, pero si acabamos con la naturaleza más rápido de lo que consumimos energía el desequilibrio será nuestro colapso.


En el libro Clima, Juan Arroyo, afirma que “los combustibles fósiles son para nosotros como el agua para los peces. Su presencia está tan generalizada que cuesta darse cuenta de todas las maneras en que afectan a nuestra vida. […]


Por último, para concluir en la misma dirección debemos ante todo ser muy cautos, los impactos generados por nuestras acciones al ambiente natural están casi a un punto de no retorno, pero no significa que no debamos ser innovadores para traer soluciones. Ahora bien, suplir un mal por otro a largo plazo es ponerle un curita a una herida que requiere cirugía. Lamentablemente el potencial de la energía geotérmica es impresionante, pero su aplicación es hoy muy endeble sino se tiene la capacidad de equilibrar la balanza de las emisiones de gases de efecto invernadero: […] Está claro que destruir el ambiente para salvar al clima no es un buen plan. Además, el 70% de los proyectos mineros de las compañías más grandes del mundo operan en regiones con estrés hídrico, lo que supone un peligro para el acceso al agua de las poblaciones locales. En Argentina, esto se traduce en conflictos territoriales, como los desatados en provincias como Chubut, Mendoza, Jujuy y Catamarca. De hecho, más de la mitad de las iniciativas en minería fueron canceladas o suspendidas por la resistencia social que generaron. En un país que cuenta con grandes reservas de minerales demandados por todo el mundo para avanzar con la electrificación y el desarrollo de tecnologías bajas en carbono, como lo son el litio y cobre, resolver estas tensiones debería ser primordial. Los gobiernos deben generar mecanismos de gobernanza que incluyan a las comunidades locales en las decisiones y los beneficios de los proyectos mineros. Las decisiones con la gente adentro. La pelota la tiene la política.”





Es necesario un plan estratégico para impulsar la geotermia y las tecnologías, que estimulen la innovación y cubran las necesidades ante la emergencia climática. La transición energética es urgente y el cambio climático ya está presente, por lo que es crucial aprovechar las tecnologías renovables autóctonas como la geotermia. Pero sin estudios de impacto ambiental, donde se tengan en cuanta el aspecto social, es decir a las personas, no existe viabilidad en su aplicación.



BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA


TRIBUNA contenida en el newsletter nº8 (julio 2023) de GEOPLAT | Plataforma Española Tecnológica y de Innovación en Geotermia.


Ferrari, L., Torres Cruzaley, M. A., Llano Vázquez Prada, M., Olivera, B., Campero Arena, C., Ribeiro, S., Tornel, C., Masera, O., Montaño, P., Esteva, G., Barkin, D., Villa, V., Juárez, W., Botero, P., Salazar Ramírez, H., González Gómez, E., Torres-Mazuera, G., Rivera Núñez, T., Gutiérrez Luna, D. I., Arellanes, J., Grupo de Estudios Transdisciplinarios en Energía y Crisis Civilizatoria (GETECC), Orozco, J. M., Kothari, A., & Bajpai, S. (2023). Navegar el colapso: Una guía para enfrentar la crisis civilizatoria y las falsas soluciones al cambio climático. Traficantes de Sueños.


Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación. (2023, 14 de noviembre). Geotermia. Argentina.gob.ar. https://www.argentina.gob.ar/produccion/segemar/geologia-y-recursos-minerales/geotermia


Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR). (2021). Geotermia en Argentina: Estado, áreas de interés, potencial. Repositorio SEGEMAR. https://repositorio.segemar.gob.ar/bitstream/handle/308849217/4227/Geotermia%20en%20Argentina-Estado%2C%20%C3%81reas%20de%20inter%C3%A9s%2C%20Potencial_2021.pdf?sequence=1&isAllowed=y


Argentina impulsa proyectos de energía geotérmica. (s. f.). 10.154.73.175. https://www.enel.com.ar/es/Historias/a201803-argentina-impulsa-proyectos-de-energa-geotrmica.html


Geotermia en Argentina: ¿dónde y por qué conviene? | Editores. (s. f.). https://www.editores-srl.com.ar/institucion/secretaria_de_energia/20230424_geotermia_en_argentina_donde_y_por_que_conviene


El Gato y La Caja. (2022b, septiembre 22). Energía | El gato y la caja. El Gato y la Caja | Ciencia + Diseño. https://elgatoylacaja.com/clima/energia


Fazio, Horacio. Cambio Climático, economía y desigualdad: los límites del crecimiento en el siglo XXI. 1° ed. Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Eudeba 2018.

0 Reviews:

Publicar un comentario

Gracias por tu aporte !

Suscribíte

https://www.youtube.com/@jonatanmontesgobelet